Los sistemas educativos se alinean con las visiones nacionales centralizadas sobre lo que los jóvenes deberían aprender, mientras que el crecimiento de las empresas locales no se distribuye de manera uniforme entre los países. Las diferencias regionales surgen de las políticas locales, las oportunidades de inversión y la idoneidad para el crecimiento en determinados subsectores de la industria. Las industrias creativas ofrecen un caso de estudio para los nuevos sectores que operan de manera diferente a las industrias tradicionales, requieren diferentes habilidades y tienden a desarrollarse en conglomerados en lugar de hacerlo de manera uniforme en todo el país. Por “Industrias creativas” se sigue la definición del Departamento del Reino Unido para sectores digitales, culturales, de medios y deportivos que incluye a: publicidad y marketing, arquitectura, artesanía, diseño, cine y televisión, tecnología creativa, publicaciones, museos y galerías, música y artes escénicas, videojuegos y patrimonio, aunque algunos estudios usan otras definiciones (que están marcadas en las notas). Estas industrias ofrecen un modelo en el que el sector cultural, las industrias creativas comerciales y la educación están en el mismo lugar, lo que permite crear más oportunidades de crecimiento y desarrollo local. También contribuyen más que el valor económico, un punto que se suele dejar de lado al investigar sectores de la industria: la actividad cultural también tiene beneficios sociales. Gestionar la compresión y la entrada de los jóvenes al mercado laboral puede beneficiarse de una comprensión detallada de la economía local. Este modelo puede ser útil más allá de las industrias creativas.

Grupo de trabajo: El futuro del trabajo y educación para la era digital