Los gobiernos utilizan el gasto fiscal para impulsar las inversiones, la innovación y el empleo. Sin embargo, estos esquemas en gran medida son opacos, costosos y a menudo ineficaces para alcanzar sus objetivos establecidos. También suelen desencadenar efectos secundarios no deseados. Para mejorar el rendimiento de estas herramientas, presentamos tres propuestas de políticas concretas: Primero, los gobiernos deberían aumentar la transparencia de los beneficios fiscales. Los miembros del G20 deberían tomar la iniciativa con informes de gastos tributarios frecuentes y completos. En segundo lugar, los gobiernos del G20 deberían mejorar el diseño de los incentivos fiscales con el objetivo de minimizar la generación de ganancias imprevistas y los efectos indirectos negativos dentro y entre los países (en particular, en los más pobres). En tercer lugar, los gobiernos deberían eliminar los gastos impositivos que son dañinos para el medioambiente, incluidos los incentivos fiscales para los combustibles fósiles y otros esquemas que promueven un uso no sostenible de los recursos naturales.
Grupo de trabajo: Comercio, inversión y cooperación impositiva