Rafael Rincón-Urdaneta, director de Estrategia y Relaciones Internacionales de Fundación para el Progreso, sintetizó la labor del grupo de trabajo durante el Inception Workshop.
El G20 es un foro multilateral de cooperación que congrega a 19 países, más la Unión Europea, para abordar los grandes desafíos globales. Debido a la presidencia argentina del grupo, la semana pasada fue el taller de iniciación del T20 (Think 20) en Buenos Aires, una red de personas y organizaciones que agrega valor al proceso del G20 con propuestas y recomendaciones.
Toda la conferencia, y particularmente la task force (grupo de acción) sobre el futuro del trabajo y la educación en la era digital, fue un estimulante huracán de novedades asombrosas y desafiantes para la creatividad y la inteligencia. Enumero aquí cinco grandes ideas que estuvieron presentes a lo largo del encuentro y que todo el liderazgo empresarial, político y cultural chileno debería tener en mente cada segundo.
- El futuro está ocurriendo: Hablar de «lo que se viene» y sobre cómo prepararse para el futuro tiene escaso atractivo en el lenguaje político. En el reino de la demanda inmediata, donde toda exigencia termina con un ¡ya! —¡Bonos ya! ¡Gratuidad ya! ¡Vivienda ya!— el mañana es poco competitivo frente a la posibilidad populista de «solución» a golpe de firma. Y, la verdad, ya no tiene el mismo sentido. El avance exponencial de las tecnologías es tan vertiginoso —Ley de Moore y tal— que pareciera no haber un futuro que viene, por allá, algún día, sino que ya ha llegado como una fuerza disruptiva que no perdona a los distraídos. O como una aparentemente repentina ola furiosa que deja dos alternativas: surfear con dignidad y decente desempeño… o ahogarse. La idea de que el futuro está ocurriendo —the future is happening now, dijo alguien— pone urgencia a las acciones y decisiones políticas, empresariales y sociales, que incluso debieron ser tomadas hace mucho. Los estonios, con todo eso de e-Estonia, han tenido esa visión por años y ahí van, dando ejemplo. Medio parafraseando a Pau, de la comedia española Ocho apellidos catalanes, #ElFuturoEstáOcurriendoYa debería ser el hashtag de nuestras organizaciones, de nuestros gobiernos… de nuestras vidas.
- Evidencia y estrategia, por encima de todo: No hay espacio, tiempo ni paciencia para el bla bla ideológico ni para fundamentalismos teóricos. Tampoco para experimentos «bienintencionados» que terminan en fracasos previsibles y evitables. Es el momento del liderazgo responsable —siempre lo ha sido, pero hay que recordarlo— y eso implica trabajar con evidencia en mano, diagnósticos adecuados, directrices bien guiadas por el cerebro —no por la tripa— y acciones oportunas y coherentes. El próximo gobierno y todo el liderazgo chileno, en los ámbitos público y privado, están justo en el punto de inflexión más espectacular de la historia de la humanidad, en medio de tendencias que sólo podrán capitalizar con inteligencia, el radar activo 24/7 y buen tino para gestionar las oportunidades y amenazas… y para enfrentar las tensiones sociales que la incertidumbre promete y cumplirá.
- Repensar, «resetear»: Decir que «lo único constante es el cambio» es un eslogan lindo, pero insuficiente. Probablemente nunca ha sido tan necesario y urgente repensar tantas cosas o, incluso, presionar reset (reinicio) para borrar intuiciones y lógicas con las que hemos operado por mucho tiempo. Kodak no repensó nada cuando Steven Sasson le presentó la idea de cámara digital en 1975 con sus «pobres» 0.01 megapixels; no entendió que el futuro le estaba tocando a la puerta y menos se abrió a la posibilidad de cambio y a la necesidad de resetear su lógica lineal de pensamiento frente al fenómeno exponencial… y se la llevaron los pájaros.
- Que vuele la imaginación: Lindo también, pero no es adorno. Esto tiene efectos muy importantes. Cuando alguien le preguntó a uno de los especialistas sobre los trabajos que van a desaparecer, éste respondió que hay que preguntarse también sobre los que no hemos inventado. Es impresionante el mundo de creaciones que ya se ha abierto en la era digital y nuestras modestas cabezas apenas si captan lo que se está configurando. Así como hace algunos años no existían community managers, empresas de arriendo de drones o el que una aplicación digital como WhatsApp o Instagram valiera billones, hoy ya se gestan servicios, bienes y trabajos que aún no imaginamos. Estamos, más que en la era del emprendimiento y de los emprendedores a secas, en la de los creadores, la innovación masiva y la disrupción. La imaginación y la creatividad son y serán tan vitales que no podrán faltar como competencias en los modelos educativos y en las organizaciones privadas y públicas.
- Más que nunca, las personas: Durante las discusiones surgió la referencia a un ministro sueco que una vez dijo «We won’t protect jobs. But we will protect workers» (No protegeremos trabajos, sino trabajadores). En diciembre de 2017, la secretaria de Estado sueca Eva Lindström publicó en su cuenta de Twitter un artículo sobre cómo Suecia está abordando el desafío de los robots y el trabajo. Lo hizo parafraseando la cita mencionada y haciendo un llamado a tener sindicatos fuertes (al estilo escandinavo, claro), educación libre y una política para la innovación y el crecimiento. Lo que quiero resaltar aquí, más allá de las medidas específicas, es el enfoque: pensar verdaderamente en las personas implica buscar estrategias para resolver los problemas desde una perspectiva adecuadamente orientada a la adaptación, el aprendizaje de nuevas competencias, la creatividad, la reinvención. El enfoque de algunos de nuestros sindicatos y políticos sugiere detener el progreso, el crecimiento y las nuevas tecnologías para conservar viejos oficios. Se estrellarán sin remedio y dañarán a mucha gente.
Por Rafael Rincón-Urdaneta, director de Estrategia y Relaciones Internacionales de Fundación para el Progreso.
*La versión original de este artículo (“Cinco grandes ideas del T20 para Chile”) se publicó el 8 de febrero de 2018 en El Libero