A pesar del progreso general en términos de inclusión financiera en todo el mundo (hubo un aumento nominal en el número de adultos que tienen acceso a una cuenta bancaria), la brecha de género no se modificó desde 2011. Para superar las barreras que enfrentan las mujeres para acceder y utilizar los servicios financieros, se proponen tres recomendaciones para los países del G20: 1) un conjunto de medidas intersectoriales para apoyar la inclusión financiera de las mujeres, 2) medidas para acortar la brecha de género para apoyar la inclusión de las mujeres económicamente excluidas y las no bancarizadas, 3) recomendaciones para apoyar el desarrollo de negocios liderados por mujeres a través del acceso y el uso de los servicios financieros. Estas recomendaciones se enmarcan bajo del entendimiento de que las normas sociales actuales reducen la capacidad de las mujeres de acceder y utilizar de forma significativa los servicios financieros. Estas normas sociales deben ser tenidas en cuenta y se debe trabajar sobre ella para que la inclusión financiera tenga un impacto en el empoderamiento económico, en los ingresos y en el bienestar general de las mujeres. Si bien el cambio de las normas sociales es complejo, los servicios financieros y el diseño de productos pueden desempeñar un rol.

Grupo de trabajo: Equidad económica de género

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