Los desastres naturales alteran la estabilidad y la infraestructura financieras y económicas, en particular en los países de bajos ingresos y aquellos cuya economía está concentrada en una sola industria. Los autores recomiendan que el G20 y la comunidad internacional en general apoyen la resiliencia financiera y económica ante el aumento de los desastres naturales. Las intervenciones más urgentes incluyen la mejora de la resiliencia local a través de mecanismos de alerta y respuesta temprana y de iniciativas de diversificación económica; la estimulación rápida de negocios locales en industrias críticas; y la coordinación de los mercados financieros internacionales en apoyo de las economías locales.

Grupo de trabajo: Una arquitectura financiera internacional para la estabilidad y el desarrollo