El desempleo y el subempleo son dos los principales desafíos de desarrollo que enfrenta África, y se manifiestan en la profundización de la pobreza y las desigualdades, que suelen tener un mayor impacto en los jóvenes y las mujeres. Ante la falta de reformas y transformaciones profundas, estos desafíos empeorarán con la 4ª revolución industrial, que se espera que “distorsione” los mercados, en particular la mano de obra. Sin embargo, los países africanos tienen una ventana de oportunidad para aprovechar esta situación, en asociación con los miembros del G20. En primer lugar, las economías africanas deben transformarse estructuralmente, dentro y a través de los sectores. En segundo lugar, los países africanos deben transformar sus sistemas educativos y desarrollar las capacidades necesarias para estar preparados para la economía digital. Es necesario reorientar los sistemas educativos hacia CTIM para preparar mejor a la población para la llegada de la economía digital. En tercer lugar, los países tendrán que aumentar su gasto en I+D y fortalecer los sistemas nacionales de innovación para impulsarla. La financiación inclusiva para el desarrollo, incluidos los servicios financieros digitales y las fintech, desempeñará un papel fundamental en la mejora de la inclusión financiera y la resiliencia, y en última instancia, en la reducción de la pobreza. La asociación con el G20 mejorará la probabilidad de éxito en estos esfuerzos.
Grupo de trabajo: Cooperación con África