Las ciudades son los primeros entes gubernamentales en darle la bienvenida a los migrantes y brindarles servicios básicos. Esto genera presión sobre ellas y sus ya escasos recursos. En algunas ciudades, los habitantes comienzan a sentir resentimiento contra los migrantes. Con una crisis migratoria global cada vez más intensa, esto podría convertirse en una grave amenaza para la cohesión social en los países de acogida.
Aunque la integración es un tema complejo, encontrar un trabajo adecuado es a menudo un requisito importante para los migrantes. A través de la capacitación en idiomas y la educación vocacional, las ciudades están liderando la integración en lo que respecta al mercado laboral. Y a pesar de que juegan un papel fundamental, las ciudades no participan en la toma de decisiones sobre políticas públicas de migración, educación y empleo, que suelen ser competencias nacionales.
Llamamos a los líderes del G20 a reconocer a las ciudades como agentes activos en la gestión de la migración. Sugerimos dar a las ciudades un lugar en la mesa de negociación de políticas públicas y equiparlas con los fondos adecuados para cumplir con la importante tarea de integrar a los migrantes
Grupo de trabajo: Migraciones