Las reformas fiscales verdes podrían contribuir a mitigar el cambio climático, aumentar la eficiencia económica de los sistemas impositivos nacionales y proporcionar ingresos públicos adicionales. Los actores políticos deben asegurarse que las condiciones políticas y macroeconómicas sean favorables para las reformas fiscales verdes y desarrollar planes integrales. Las reformas no se pueden introducir directamente; sino que es necesario una introducción gradual y una secuencia adecuada de políticas públicas. Para evitar impactos adversos en los sectores más pobres de la población, es crucial comprender el impacto distributivo que acarrean los precios más altos de la energía y diseñar esquemas compensatorios apropiados. Es crucial la transparencia y la participación de las partes interesadas para garantizar que todos los sectores sociales relevantes sean considerados de manera justa. Los foros internacionales, como el G20, pueden jugar un papel crucial en el intercambio de experiencias sobre opciones de diseño, en el monitoreo y la revisión de políticas fiscales verdes, en proporcionar asistencia financiera y en desarrollar capacidades administrativas e institucionales.

Grupo de trabajo: Cambio climático e infraestructura para el desarrollo